CUANDO LA FUERZA SE ALEJA DE LA RAZON

Quienes con su silencio cómplice creen aún que Chile se arma para jugar, los últimos acontecimientos deben hacer reaccionar a todo aquel que se considere PERUANO.

CUANDO LA FUERZA SE ALEJA DE LA RAZON

Por: Hugo Guerra

El descubrimiento de un espía (aparentemente cabeza de una red amplia de información comprada a traidores) y el anuncio de nuevas adquisiciones militares de Chile son hechos graves porque históricamente está demostrado que no existe ninguna nación que se arme tanto y sea tan hostil si no tiene interés en aventurarse en un conflicto bélico.

Ese país, como ya se ha demostrado ampliamente, viene haciendo adquisiciones exorbitantes de equipos que por su naturaleza técnica no son propios para una estrategia de defensa, sino para el ataque a gran escala. Así, es muy peligrosa una panoplia modernísima recién adquirida que incluye —entre otros— 2 submarinos Scorpene, 350 tanques Leopard, 46 cazabombarderos F-16, 8 fragatas, 400 blindados de combate M113, YPR-765 y Marder, 12 helicópteros Bell 412 y 8 helicópteros rusos artillados de transporte.

A todo eso, ahora Chile anuncia una compra valorizada en US$275 millones para dotarse de 12 obuses autopropulsados sobre orugas de 155 mm del tipo M109 A5, 12 obuses autopropulsados sobre orugas de 155 mm del tipo M109 A3, radares de localización de artillería tipo AN/TPQ-37 (V)3 Firefinder de Thales Raytheon, vehículos de apoyo, 12 ametralladoras pesadas, 12 lanzadores automáticos de granadas y munición para equipar dos grupos de artillería que se activarán como parte de dos nuevas brigadas reforzadas.

Como el Ejército chileno ya dispone de 24 cañones autopropulsados suizos del tipo MI09 A1B, según los expertos se convertirá en la mayor fuerza de artillería pesada de América del Sur, superando incluso a Brasil. Pero eso no es todo: Chile está dispuesto a destinar otros US$455 millones para la adquisición de 36 lanzadores Avenger y 390 misiles Stinger, proyectiles perseguidores infrarrojos tierra-aire. Y unos US$145 millones se emplearían en 100 misiles aire-aire modelo AIM, de mediano alcance y guiados por radar, que serán destinados a los F-16.

Todo ese arsenal solo justifica su precio en fuerzas armadas diseñadas para el ataque y la conquista militar. ¿Y si no fuese así, para qué se espía y se compran tantas armas sofisticadas? Es insuficiente el argumento de que Chile solo quiere fuerzas armadas profesionales en estado tecnológico óptimo. Tampoco es satisfactoria la explicación de que esto es parte de la preparación para el futuro ingreso chileno a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

Lo único cierto es que la presidenta Bachelet pasará a la historia con el triste récord de haber sido la mandataria chilena —otrora paradigmática figura de la defensa de los derechos humanos— que más compras de armas autorizó durante un gobierno, convirtiendo a su país en una amenaza no solo para el Perú, sino para toda la región. Destino lamentable al cual han contribuido los vendedores de armas de Estados Unidos, Rusia, Francia y Holanda, cuyos gobiernos paradójicamente propugnan la paz internacional.

Precisamente hoy el mundo mira con especial atención si el Congreso estadounidense aprobará la última solicitud chilena de adquisiciones bélicas. ¿El presidente Obama será capaz de actuar coherentemente para vetar esa venta ahora que ostenta la condición de Premio Nobel de la Paz?

BOGOTÁ, NOVIEMBRE DEL 2009