INGLATERRA Y ESPAÑA, SE DISPUTAN TESORO DE LOS INCAS
En el Siglo XXI, cual verdaderas bandas de mafiosos, y al mismo estilo de los bajos fondos y del crimen organizado, luego de haber saqueado por años el Nuevo Mundo, llamado así antiguamente a América, desde la época del descubrimiento y la conquista. Inglaterra y España, sin la mas minima dignidad que debería caracterizar a sus gobiernos, y sin ninguna vergüenza, A LA LUZ DE LA HUMANIDAD, sin el mínimo reconocimiento de su flagrante complicidad en la ocupación y exterminio de miles de nuestros antepasados, a quienes no solamente vejaron sino esclavizaron, se disputan hoy, uno de los BOTINES, que como mudos testigos de su inhumano comportamiento con los indios de América, se encuentran bajo las aguas del Atlántico.
A esos países ricos, dis que del primer mundo, solidarios con los países en vías de desarrollo, no solamente se les debería exigir la devolución de todo lo que se llevaron sin nuestra autorización, si no que se les debería cobrar la devolución de los mismos con todos los intereses contados desde la fecha en que saquearon nuestras riquezas. Los archivos con los saqueos están registrados, y no debe ser difícil calcular todo lo que se robaron; amen de resarcirnos por los crímenes de LESA HUMANIDAD cometidos contra nuestros originarios.
Es correcto que ni siquiera hayan pensado que esos tesoros a quien pertenecen en realidad es ha nosotros, desde cuando y hasta cuando y en que justicia los robos pertenecen a los asaltantes. Los países latinos mantenemos deudas monstruosas con los países desarrollados, y les debemos dinero que nos han prestado, pero ellos nos deben todo el dinero que nos han asaltado, QUIEN DEBE DEVOLVER PRIMERO.
Nuestra patria no esta llena de JURISTAS?, acaso no es posible que reclamemos lo que es nuestro.
Pedro Olcese
Última actualización: Sábado, 19 de mayo de 2007, 21:19
Enviar
Imprimir
Descubrimiento
Los secretos del Atlántico
Inglaterra y España se disputan la propiedad del tesoro hallado en el fondo del mar: 17 toneladas de monedas de oro y plata
Vehículo a control remoto de la compañía de exploración marina Odyssey, de Estados Unidos, que sale a la superficie después de recuperar un tesoro de un barco que naufragó en la época colonial.
EFE Publicidad
Agencias, Miami, Londres
Los secretos del Atlántico: 17 toneladas de monedas de plata y oro. Los buceadores "cazatesoros" han extraído del fondo del mar de Florida el tesoro más rico jamás encontrado. El resto arqueológico submarino está valorado en 370 millones de euros.
Aunque la compañía que ha recuperado la fortuna, la estadounidense Odyssey Marine Exploration, no ha precisado las coordenadas del descubrimiento, hay indicios de que puede tratarse de la carga del buque inglés Merchant Royal, naufragado en 1641 frente a la costa de Cornualles.
Odyssey sólo ha dicho que ha hallado en un punto del Atlántico, que no precisa por razones legales y de seguridad, 17 toneladas en piezas de oro y plata de un barco de la época colonial, al que ha bautizado como Cisne Negro.
Permiso jurídico
Lo que ha hecho pensar a los expertos británicos y estadounidenses que el tesoro corresponde al del Merchant Royal es que la compañía solicitó a finales del año pasado a un tribunal de EEUU los derechos exclusivos para rescatar los restos de un buque mercante del siglo XVII naufragado a unas 40 millas (unos 74 kilómetros) del extremo más suroccidental de Inglaterra.
El juez concedió el pasado mes los derechos a la empresa, que el padado viernes informó del hallazgo de ese medio millón de monedas de oro y plata, con un peso de unas 17 toneladas, además de cientos de piezas de oro labradas y objetos de valor.
Alison Kentuck, responsable de recuperación de naufragios en el Reino Unido, declara este sábado en The Daily Telegraph que, seguramente, el botín corresponde al del barco inglés. "Ciertamente, parece que es eso lo que han recuperado", afirma.
"(El Merchant Royal) es un navío bien conocido que se sabe que naufragó en esa zona. Hay otros barcos similares que también lo hicieron, pero no tenemos constancia de que llevaran tanto", explica.
Buque inglés
Lane Brunner, de la Asociación de Numismática Americana, coincide con este análisis, a juzgar por la solicitud que la empresa hizo al tribunal federal estadounidense.
"Dijeron al juez que habían encontrado el pecio de un buque mercante del siglo XVII en el Océano Atlántico, justo fuera del Canal de la Mancha, a unas 40 millas del punto conocido como el Final de la Tierra (en Cornualles)", señaló el experto en declaraciones a la emisora Five Live de la BBC.
"Lo único que podemos hacer es sumar dos y dos, y parece lógico" pensar que, por la información aportada, se trate de los restos del buque inglés, que, capitaneado por John Limbrey, se hundió cerca de las islas Scilly a su regreso de México.
Otra teoría
Sin embargo, las autoridades españolas sospechan que el tesoro descubierto podría corresponder a un barco naufragado en el estrecho de Gibraltar, donde yacen decenas de pecios.
Las sospechas se basan en la llegada el pasado jueves al aeropuerto del Peñón de un Boeing 757 aparentemente fletado por Odyssey Marine Exploration, que, según la prensa española, lo cargó rápidamente y lo envió de vuelta a Nueva York.
Además, el pasado 9 de abril la empresa había solicitado a un tribunal estadounidense permiso para explorar en la zona un buque hallado a unos 1.100 metros de profundidad, aproximadamente a 100 millas del estrecho.
Por otra parte, un barco de la empresa americana, el Odyssey Explorer, lleva meses atracado en el puerto de Gibraltar a la espera de empezar la búsqueda en esa zona del buque Sussex, que capitaneaba una flota inglesa en el Mediterráneo para luchar contra Francia cuando se hundió durante una tormenta en 1694.
El pasado marzo, los Gobiernos británico y español alcanzaron un acuerdo para permitir a la compañía proseguir con los trabajos para encontrar el galeón, pero no había autorización para extraer el contenido del pecio.
Aunque la compañía que ha recuperado la fortuna, la estadounidense Odyssey Marine Exploration, no ha precisado las coordenadas del descubrimiento, hay indicios de que puede tratarse de la carga del buque inglés Merchant Royal, naufragado en 1641 frente a la costa de Cornualles.
Odyssey sólo ha dicho que ha hallado en un punto del Atlántico, que no precisa por razones legales y de seguridad, 17 toneladas en piezas de oro y plata de un barco de la época colonial, al que ha bautizado como Cisne Negro.
Permiso jurídico
Lo que ha hecho pensar a los expertos británicos y estadounidenses que el tesoro corresponde al del Merchant Royal es que la compañía solicitó a finales del año pasado a un tribunal de EEUU los derechos exclusivos para rescatar los restos de un buque mercante del siglo XVII naufragado a unas 40 millas (unos 74 kilómetros) del extremo más suroccidental de Inglaterra.
El juez concedió el pasado mes los derechos a la empresa, que el padado viernes informó del hallazgo de ese medio millón de monedas de oro y plata, con un peso de unas 17 toneladas, además de cientos de piezas de oro labradas y objetos de valor.
Alison Kentuck, responsable de recuperación de naufragios en el Reino Unido, declara este sábado en The Daily Telegraph que, seguramente, el botín corresponde al del barco inglés. "Ciertamente, parece que es eso lo que han recuperado", afirma.
"(El Merchant Royal) es un navío bien conocido que se sabe que naufragó en esa zona. Hay otros barcos similares que también lo hicieron, pero no tenemos constancia de que llevaran tanto", explica.
Buque inglés
Lane Brunner, de la Asociación de Numismática Americana, coincide con este análisis, a juzgar por la solicitud que la empresa hizo al tribunal federal estadounidense.
"Dijeron al juez que habían encontrado el pecio de un buque mercante del siglo XVII en el Océano Atlántico, justo fuera del Canal de la Mancha, a unas 40 millas del punto conocido como el Final de la Tierra (en Cornualles)", señaló el experto en declaraciones a la emisora Five Live de la BBC.
"Lo único que podemos hacer es sumar dos y dos, y parece lógico" pensar que, por la información aportada, se trate de los restos del buque inglés, que, capitaneado por John Limbrey, se hundió cerca de las islas Scilly a su regreso de México.
Otra teoría
Sin embargo, las autoridades españolas sospechan que el tesoro descubierto podría corresponder a un barco naufragado en el estrecho de Gibraltar, donde yacen decenas de pecios.
Las sospechas se basan en la llegada el pasado jueves al aeropuerto del Peñón de un Boeing 757 aparentemente fletado por Odyssey Marine Exploration, que, según la prensa española, lo cargó rápidamente y lo envió de vuelta a Nueva York.
Además, el pasado 9 de abril la empresa había solicitado a un tribunal estadounidense permiso para explorar en la zona un buque hallado a unos 1.100 metros de profundidad, aproximadamente a 100 millas del estrecho.
Por otra parte, un barco de la empresa americana, el Odyssey Explorer, lleva meses atracado en el puerto de Gibraltar a la espera de empezar la búsqueda en esa zona del buque Sussex, que capitaneaba una flota inglesa en el Mediterráneo para luchar contra Francia cuando se hundió durante una tormenta en 1694.
El pasado marzo, los Gobiernos británico y español alcanzaron un acuerdo para permitir a la compañía proseguir con los trabajos para encontrar el galeón, pero no había autorización para extraer el contenido del pecio.
Ataques piráticos británicos:
Francis Drake (1577):
Después de la derrota de John Hawkins en San Juan de Ulúa, había concebido contra los españoles un odio terrible, que con la codicia fue el móvil de toda su vida. No tuvo España enemigo más tenaz, más peligroso y más inteligente. No nos es posible señalar sino un resumen muy somero de sus ataques al Imperio español. En 1572 saqueó a Nombre de Dios, en el Atlántico, llave del istmo de Panamá y lugar de concentración de los tesoros que del Perú venían a España; atravesó el istmo y dio vista al Pacífico. Aún más atrevido fue el viaje efectuado en 1577. Pasó el estrecho de Magallanes, saqueó a Valparaíso y Arica, y en el Callao, el puerto de Lima, se apoderó de un galeón cargado de oro. (Marqués de Lozoya)
Francis Drake (1577):
Después de la derrota de John Hawkins en San Juan de Ulúa, había concebido contra los españoles un odio terrible, que con la codicia fue el móvil de toda su vida. No tuvo España enemigo más tenaz, más peligroso y más inteligente. No nos es posible señalar sino un resumen muy somero de sus ataques al Imperio español. En 1572 saqueó a Nombre de Dios, en el Atlántico, llave del istmo de Panamá y lugar de concentración de los tesoros que del Perú venían a España; atravesó el istmo y dio vista al Pacífico. Aún más atrevido fue el viaje efectuado en 1577. Pasó el estrecho de Magallanes, saqueó a Valparaíso y Arica, y en el Callao, el puerto de Lima, se apoderó de un galeón cargado de oro. (Marqués de Lozoya)
ooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooooOO
No hay comentarios:
Publicar un comentario